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¿Por qué perdemos masa muscular al llegar a los 30 y cómo mitigarlo?

A medida que nuestro cuerpo va ganando años, cambia de forma casi abrupta. Peso, estatura, composición ósea y masa muscular son tan solo algunos de los cambios que nuestro cuerpo sufre cuando nos acercamos a los 30 años.

El cuerpo de toda persona está compuesto de grasa, músculos, órganos, huesos y agua, y a medida que vamos llegando a los temidos 30, somos más propensas a perder el tejido magro que se concentra principalmente en nuestros músculos ya que el máximo de masa muscular ocurre entre los 20 y 25 años. Luego de ésta edad se inicia un descenso, que década tras década es mayor. Este proceso de perdida muscular es conocido como atrofia y la podemos padecer cuando no nos estamos alimentado y ejercitando correctamente.

En promedio las mujeres debemos ingerir alrededor de 50 g de proteína diaria, ya sea vegetal o animal. Éstas juegan un papel importante en el mantenimiento de nuestros músculos, al igual que el agua, ya que éstos están conformados principalmente de estos dos componentes naturales.

 

¿Pero por qué es tan importante mantener la masa muscular?

Bueno, es importante porque a parte de que los músculos son los que nos ayudan a movernos, también controlan la postura y posición de nuestro cuerpo, estabilizando las articulaciones con respecto a la gravedad. Por tanto, son parte de la estructura clave del cuerpo para que éste se mantenga saludable y activo. Si no los estimulamos los suficiente para que sigan creciendo, pueden llegar a un punto en donde se nos dificulta realizar con facilidad las actividades diarias.

 

¿Qué causa la perdida de masa muscular?

Los largos períodos de sedentarismo, la mala alimentación y el poco ejercicio, llevan a la pérdida de masa, tono muscular y fuerza. La edad, es uno de los factores más influyentes de dicha pérdida ya que el tejido se desgasta y el tamaño de los músculos se pierde como consecuencia del paso del tiempo. Así mismo, la masa grasa aumenta absorbiendo naturalmente la masa muscular, esto nos causa pérdida de habilidad, menor fuerza física y reducción del metabolismo, desarrollando el riesgo de que padezcamos obesidad.

Pero estas no son solo las consecuencias que puede traer. Enfermedades musculares como la poliomielitis, neuropatía, esclerosis o lesiones en la medula espinal son otros de los padecimientos al igual que el envejecimiento.

 

 

¿Cómo mitigarlo?

Haz ejercicio mínimo tres veces a la semana. Evita los ejercicios de cardio frecuentes para evitar la perdida del tono y masa muscular. Te aconsejamos realices ejercicios que requieran fuerza, como pesas y ejercicio funcional para estimular y reforzar los músculos.

Come bien. Las proteínas y los aminoácidos no deben faltar para nada en tu dieta diaria. Frutas, verduras, granos enteros, carne, pescado, huevos y lácteos, son los que te recomendamos como suplementos nutricionales para los músculos. Así mismo, puedes consumir antioxidantes como vitamina D y Omega 3, para reforzar y mantener la masa muscular.

Reduce el consumo de alcohol y de cigarrillo ya que estos evitan que los músculos absorban con mayor facilidad los nutrientes proporcionados por los alimentos.

Descansa mínimo seis horas diarias. El cuerpo usa el sueño y el descanso para reparar y crear tejidos en el cuerpo. Si no descansamos los suficiente el cuerpo de inmediato comenzará a perder masa muscular.

Así que si no quieres envejecer rápido al ir llegando a los 30 años de edad, comienza a entrenar, comer y dormir bien, para que tus músculos y cuerpo se mantengan intactos. 

 

Vía: Fucsia

 

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