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Cúrcuma, belleza amarilla

Es un ingrediente fundamental en la medicina oriental, aunque recién ahora se están apreciando sus propiedades en Occidente. Muy versátil en cuanto a sus poderes alimentarios, la cúrcuma es un gran antiinflamatorio, analgésico y antibacteriano; pero también ofrece beneficios al aplicarla en la piel,

Fue utilizada en la India desde el 320 a.C. como colorante textil, pero también es una de las plantas más importantes en la medicina oriental. Su nombre proviene del árabe kurkum y es pariente del jengibre, de la misma familia Zingiberaceae. “Tiene propiedades antioxidantes, antibacterianas, antifúngicas y antivirales, por lo que consumirla ayuda a mantener una piel joven y radiante. También contribuye a regenerar y nutrir la piel, eliminar manchas, arrugas y acné”, explica Miguel Ángel Cárdenas, naturópata y director del centro de medicina natural integrativa Natural Clinic (www.naturalclinic.cl). “En la piel, la mayor propiedad de la cúrcuma es antiséptica, así que es muy buena para tratar acné, inflamación, psoriasis, etc. (recomiendo hacer una prueba de reacción detrás de la oreja antes de ponerla en el rostro, porque puede irritar pieles muy sensibles). También es antiinflamatoria, estimula las fibras de colágeno y tiene un efecto antienvejecimiento; es despigmentante y disminuye las estrías y la flacidez”, agrega Karen Espinoza, cosmetóloga y directora del centro de estética Zapatitos Rojos. Por precaución, antes de consumirla siempre deben consultar con su médico las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.

Las propiedades curativas de la cúrcuma se encuentran en su rizoma (un tallo subterráneo que tiene yemas que crecen de forma horizontal, emitiendo raíces y brotes), que es la parte que se usa para dar sabor y color a los alimentos. En belleza, la cúrcuma se puede utilizar de diferentes maneras. “En el cuerpo tiene propiedades estimulantes de la circulación. Una manera de apoyar las áreas con flacidez y/o celulitis es haciendo ungüento con tu crema corporal y adicionarle un poco de cúrcuma (1 cucharadita de cúrcuma en polvo por cada 200 g de crema), cuidando proteger la zona con un plástico para que no manche la ropa. Deja actuar por 20 minutos y luego enjuaga con agua tibia para después aplicar la crema hidratante con normalidad”, sugiere Karen. También se pueden hacer mascarillas faciales (ver más abajo), haciendo mezclas de limón o avena en pieles grasas, o con aceite de coco para cutis más seco.

A lo Marge Simpson. Al utilizar cúrcuma en la piel hay que tener ojo y considerar que es altamente pigmentante. Nadie quiere parecer un integrante de la familia Simpson, así que la primera recomendación para evitarlo es experimentar un fin de semana. “Las pieles blancas son más propensas que aquellas más oscuras, por lo tanto la recomendación siempre es comenzar con menos dosis para observar qué pigmentación deja en la piel”, recomienda Karen Espinoza. La sugerencia es preferir cúrcuma en polvo, mezclada con otros ingredientes, jamás pura. “No se deben aplicar las mascarillas por más de 20 minutos, y al enjuagarla conviene lavar la piel con un jabón neutro y luego utilizar un tónico facial para quitar cualquier residuo”, aconseja Miguel Ángel.

Hecho en casa

Los expertos entregaron algunas recetas para hacer mascarillas de belleza en casa, incorporando la cúrcuma (en polvo, un poco menos pigmentante) según las necesidades de la piel. Este producto se puede encontrar en algunos supermercados y en tiendas naturistas. La frecuencia para aplicar estas mascarillas es de 1 a 2 veces por semana. “Si queremos resultados necesitamos constancia, sobre todo con productos naturales que demoran un poco más”, aclara Karen Espinoza.

Para pieles secas: Mezcla 1 cdta. de cúrcuma en polvo, 2 cucharadas soperas de yogur natural, 3 cdas. soperas de harina de avena o de garbanzos y 2 cdas. soperas de aceite de coco, oliva o almendras. Deja actuar por 15 a 20 minutos, enjuaga con agua tibia y continúa con tu rutina de belleza habitual.

Para todas: En un bol mezclar 2 cdtas. de cúrcuma en polvo, 1 cda. de miel, 2 cdas. de yogur natural o leche, 1 cda. de aceite de oliva o coco (en pieles grasas reemplazar los aceites por limón). Aplicar con una brocha y dejar actuar por 15 minutos o hasta que se sienta seca. Enjuagar con agua tibia y un jabón neutro. Continúa con tu rutina de belleza habitual.

Vía: RevistaMujer

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